- Diez años después de la declaración del 20 de marzo por Naciones Unidas como el Día Internacional de la Felicidad, los Gobiernos consideran cada vez más como una prioridad medir y mejorar el bienestar de sus habitantes.
- España ostenta la posición número 32 del ranking, a partir de la encuesta mundial de Gallup, pero se sitúa en el 17 a la hora de medir la desigualdad entre la población que se considera más y menos feliz.
SDSN ha lanzado este lunes 20 de marzo el Informe Mundial de Felicidad (World Happiness Report), un estudio que analiza cada año los niveles de felicidad de más de 150 países.
En esta edición, Finlandia se mantiene en la primera posición por sexto año consecutivo. Lituania es la única novedad entre los veinte primeros, subiendo más de 30 puestos desde 2017. Afganistán y Líbano, devastados por la guerra, siguen siendo los dos países más infelices del estudio, con más de cinco puntos por debajo (en una escala que va de 0 a 10) que en los diez países más felices.
Los diez primeros países son:
1
2
3
4
5
Finlandia
Dinamarca
Islandia
Israel
Países Bajos
6
7
8
9
10
Suecia
Noruega
Suiza
Luxemburgo
Nueva Zelanda
El informe estudia seis factores clave para ayudar a explicar la variación en los niveles de felicidad auto declarados en todo el mundo: apoyo social, ingresos, salud, libertad, generosidad y ausencia de corrupción. Los gobiernos utilizan cada vez más este análisis para orientar sus políticas hacia un mayor nivel de bienestar.
El Informe Mundial de la Felicidad de este año también muestra que, a pesar de varias crisis superpuestas, la mayoría de las poblaciones de todo el mundo siguen siendo notablemente resistentes, con medias mundiales de satisfacción durante el periodo 2020-2022 tan altas como las de los años anteriores a la pandemia.
«El objetivo final de la política y la ética debería ser el bienestar humano», afirma Jeffrey Sachs, presidente de SDSN. «El movimiento de la felicidad demuestra que el bienestar no es una idea ‘blanda’ y ‘vaga’, sino que se centra en áreas de la vida de importancia crítica: condiciones materiales, riqueza mental y física, virtudes personales y buena ciudadanía. Tenemos que convertir esta sabiduría en resultados prácticos para lograr más paz, prosperidad, confianza, civismo -y sí, felicidad- en nuestras sociedades».
«La felicidad media y las clasificaciones de nuestros países, tanto en lo que respecta a las emociones como al promedio general, se han mantenido notablemente estables durante los tres años de COVID-19», afirma John Helliwell, profesor de la Universidad de Columbia. «Los cambios que se han producido en las clasificaciones han sido continuaciones de tendencias a más largo plazo, como los aumentos observados en las clasificaciones de los tres países bálticos. Incluso durante estos años difíciles, las emociones positivas han seguido siendo dos veces más frecuentes que las negativas, y los sentimientos de apoyo social dos veces más fuertes que los de soledad».
El informe de este año también examina más de cerca los datos disponibles de las encuestas realizadas en Ucrania. «El devastador impacto de la guerra es evidente para todos, y por ello también constatamos que el bienestar en Ucrania ha sufrido un verdadero golpe», señaló Jan-Emmanuel De Neve, director del Centro de Investigación del Bienestar de la Universidad de Oxford. «Pero lo sorprendente, sin embargo, es que el bienestar en Ucrania cayó menos que en 2014, cuando Rusia se anexionó Crimea, y esto se debe en parte al extraordinario aumento del sentimiento de compañerismo en toda Ucrania, tal y como recogen los datos sobre ayudas y donaciones: la invasión rusa ha forjado a Ucrania en una nación», añadió De Neve.
España, número 32 del ranking
España ostenta la posición número 32 del ranking elaborado en este estudio. Esta clasificación se basa en evaluaciones promedio del periodo 2020-2022 de la encuesta mundial de Gallup, donde se pide a los encuestados que evalúen su vida actual en su conjunto, utilizando una escala del 1 al 10. Alrededor de 1000 personas son encuestadas por país.
Nuestro país baja tres posiciones en relación al estudio del pasado año, una tendencia similar a la de otros países europeos, que pudiera explicarse debido las restricciones impuestas por la COVID-19 y las posteriores consecuencias económicas, ya que esta edición mide los datos a partir del año 2020.
Este informe también incorpora una nueva clasificación que mide la desigualdad entre los habitantes más y menos felices de un territorio. En este ranking, España mejora su posición hasta el puesto 17, situándose por delante de países como Alemania, Canadá o Japón.